er árbitro de fútbol y ser chapa son las profesiones más románticas que existen. No son profesiones que se ejerzan por necesidad (como puede ser puta, recogedor de basura, vendedor ambulante...) pero son profesiones en las que no tienes ningún beneficio y hagas bien o hagas mal te van a recordar a tu madre.
Este blog funciona como un patíbulo para estos textos. Están aquí, a la intemperie, para ser destrozados. Están aquí para que el siempre hipotético lector se pronuncie descarnadamente sobre ellos. Están aquí para que las opiniones ajenas corrijan las flaquezas de una prosa naciente, no siempre juzgada con justicia por la bruta, ciega, sorda, muda, torpe, traste y testaruda autocrítica. Estos textos no tienen pretensiones de alta literatura; son tan solo una escuela. Para mí: escribir es psicoanálisis, publicar es electroshock. Este es mi blog. Vale.
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